viernes, 5 de septiembre de 2014

Cuidar el planeta es responsabilidad de todos y todas.


Nuestro planeta es nuestro hogar, debemos proteger sus recursos y conservarlos.

Nuestra generación ya lo ha ido captando y hemos empezado a convertir poco a poco nuestra comprensión de la naturaleza y el ciclo de la vida en acción.

Es un deber pasar la antorcha de la consciencia ecológica a nuestros hijos y las generaciones futuras educándolos para que reconozcan el poder que tienen de crear o destruir y asuman la responsabilidad de mejorar su entorno para poder vivir en un ambiente sano.

Algunas ideas prácticas para enseñar a los hijos a ser amantes y guardianes de la naturaleza son:

1. Da el ejemplo:

Como todo en la crianza, sé parte del ejemplo. Si andas en el carro y has comido algo, no lo tires por la ventana, en lugar de eso pon la basura en algún lugar y cuando se desmonten bótala en el primer zafacón que encuentres. Detalles como éstos nuestros hijos lo captan al instante.


2. Enséñale acerca de reciclar:

Cuando tengas un frasco de mayonesa vacío y lo uses para guardar monedas o tengas una camiseta rota y la uses para sacudir el polvo, tu hijo va a entender el principio de que las cosas pueden tener más de un uso y debemos aprovecharlas y no desecharlas. Mira qué fácil es practicar el reciclaje en el hogar. Ahora sólo debes hacerte consciente de ésto, buscar siempre oportunidades para hacerlo e ir comentándoles a tus hijos al respecto.


3. Planta un árbol o una semillita de habichuela:

La verdad no es relevante lo que siembres con tus hijos, lo que sí importa es que él se haga consciente de que la naturaleza es vida y que cuando se le cuida, crece y luego nos da todos sus beneficios. Es una bonita manera de entender el ciclo de la vida.

4. Intercambia o comparte:

Siempre que puedas reutiliza la ropa. Si tienes más de un niño habrá cosas que pueden compartir o sencillamente heredar. Los juguetes son otra posibilidad, pues no siempre hay que comprarlos nuevos. Algo que un niño no ha visto es nuevo para él aunque tenga 100 años de historia. Organiza intercambios de juguetes con niños de tu misma familia o amigos. Es prácticamente un ganar-ganar.


5. Saca las prácticas eco amigables de tu casa:

Si estás con tu hijo en la heladería, asegúrate que la basura vaya al zafacón, que sólo use las servilletas que realmente necesita, que note que usas la misma funda del supermercado para cargar la compra hasta que se deteriora y no siempre te llenas de fundas plásticas nuevas, que sea sensible al desperdicio de cualquier recurso.

No necesariamente un niño pequeño va a realizar todas estas acciones de una vez, es poco a poco como todo en el proceso de educar, sin embargo, no te desanimes que él observa y aprende y si un buen día ve una llave de jardín abierta y al menos le inquieta saber que toda esa agua se está botando, definitivamente está por buen camino.

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